La historia es muy sencilla: tras 8 años de matrimonio y 3 hijos, una mujer egipcia no aguantó más el olor de su marido. Así pues pidió el divorcio, llegando a decir ante un tribunal de El Cairo que su marido le "apestaba" la existencia.
"Dénme la libertad y no intenten que me reconcilie con él. No soporto más su peste", exclamó la esposa ante el tribunal familiar de Nasr City, tras afirmar que sufría físicamente y psicológicamente el olor nauseabundo de su esposo.
(vía Yahoo)
09 marzo 2006
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