Todos los días viajo en cercanías y en metro.Esto no es nuevo para mí desde hace años.
En una estación entra un árabe y agarrando su mochila contra su pecho se sienta a mi lado muy serio y con la mirada perdida.
¿Por qué de pronto sentir un miedo atroz a estar dentro de un vagón de metro?
No dejo de ver montones de inmigrantes cada día y no me pasa nada por la cabeza.
¿En la siguiente parada te llegarías a bajar y cambiarte a otro vagón,o incluso esperar a otro metro?Tal vez,si sigues tu ruta intentando no pensar en ello te podría ayudar-pensaba yo.
Pero ay de tí si te pones a pensarlo.En un segundo se te pasa por la cabeza que has hecho en ese día,si has hecho bien en irte de casa sin darles un abrazo a tus padres,si la llamada que pensabas hacer a tu novio antes de entrar al metro y al final no hiciste podría haber sido la última,o si realmente podrías haberlo evitado si te hubieras levantado antes de ese asiento en lugar de estar pensando todo esto.
Entonces esperas ansiosa la siguiente y eterna parada,y como si fuera la tuya coges tus cosas y sales al andén.
Y entonces te sientas y ves como se aleja.
No conocía a ninguno de los que sufrieron el 11M.
No puedo ni imaginar el terror que sentirán si deben trasladarse en tren cada día.
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